Fuente: El Universal
Fecha: Jueves 24 de Mayo, 2012
Tema: El Ambiente como Derecho
Todas las constituciones
latinoamericanas han incorporado el Derecho Ecológico
Escoge la Vida y entonces tú y
tus descendientes vivirán. Deuteronomio.
Recientemente, con el Movimiento
Ecológico de Venezuela participamos en la Conferencia Mundial de los
Movimientos Ecológicos y Partidos Verdes que se realizó en Dakar, Senegal, el
pasado 29 de marzo. Estaremos presentes en Brasil el próximo 20 de junio en la
Conferencia de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sustentable Río 20, cuando
se cumplen 20 años de la primera Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, celebrada en la misma ciudad, pero ahora con más desafíos y la
urgencia de políticas nacionales e internacionales ante el Calentamiento
Global.
En estos eventos hemos insistido
sobre el Ambiente como un Derecho Humano. Igualmente trataremos este tema con
la participación del Movev, dentro del tema aspectos ideológicos y jurídicos
del desafío Verde del mundo en un próximo encuentro, con la necesaria
referencia a la Ecología Política.
En relación al Ambiente como un
Derecho Humano hoy es promulgado por tratados internacionales y leyes
internacionales. El medio ambiente se ha internacionalizado y
constitucionalizado. El Derecho a un Medio Ambiente adecuado es una de las más
recientes expresiones en la historia de la progresiva clasificación de los
derechos humanos, más allá de los políticos, los económicos, sociales y
culturales y dentro de los denominados derechos de tercera generación, en el
imperativo de la Solidaridad y la Paz. Es un derecho para las generaciones
futuras, tomando en cuenta al individuo y a la colectividad y tomando en
consideración el daño causado al planeta. Nos queda solo la mitad del ambiente
sano y adecuado, el hombre ha destruido gran parte de la vida con el daño
causado a la naturaleza, hoy se busca equilibrar la exigencia al desarrollo con
la sustentabilidad del mismo. Precisamente hace 20 años en la Declaración de Río
se vinculó el derecho al medio ambiente con el derecho al desarrollo,
satisfacer las necesidades del presente sin atentar a las generaciones futuras
y la supervivencia del ser humano. Antes en Estocolmo, en 1972, al Derecho
Ambiental se le incluyó en la jerarquía de los Derechos Humanos. En el
protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos del 17 de
noviembre de 1988 se incluyó el Derecho de la Persona a vivir en un medio
ambiente sano garantizado por los servicios públicos. Todas las constituciones
de América Latina han incorporado el derecho ecológico que inicialmente fue
internacional en sus textos y leyes. La Unión Europea es la que más ha
desarrollado lo constitucional y lo internacional del Derecho Ambiental. En
1973 los europeos aprobaron el primer programa de acción del medio ambiente. La
carta fundamental de la UE, aprobada en Niza en diciembre del 2000, en su
artículo 37 se refiere al medio ambiente y al desarrollo sostenible, criterio
que ha ratificado el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.
Con la caída del Muro de Berlín y
en fin del comunismo, las nuevas democracias europeas recogen este nuevo
derecho ambiental. Todas las constituciones de América Latina, y así la de la
República Bolivariana de Venezuela, lo establecen y lo desarrollan en leyes
especiales.
Mercosur, CAN, Caricom y el
sistema de integración Centroamericana, tienen normas ambientales y así se
establecerá en los nuevos sistemas de integración con Unasur y la Comunidad de
Estados de América Latina y el Caribe.
La cita Bíblica del inicio del
articulo la he tomado del libro "Elige la Vida", el cual reproduce
los diálogos en Londres del historiador británico Arnold Toynbee y Daisaku
Ikeda, filosofo japonés, donde los dos intelectuales alarmados por el deterioro
del ambiente se manifiestan por construir un mundo mejor. Ambos se preguntan si
finalmente la humanidad podrá sobrevivir más allá del siglo XXI, concluyendo
que los problemas actuales son producto de la irracionalidad del hombre, pero
también el hombre puede encontrar en su racionalidad y en su generosidad su
solución con un cambio de actitud y una decisión por la vida, en un nuevo
paradigma y con nuevos planteamientos.
Por eso la necesidad de un nuevo
bloque histórico Verde y del compromiso ecológico con una nueva visión sobre la
economía, la política, la cultura y las relaciones internacionales. Ideología
como proyecto para el cambio necesario, que permita abrir nuevos caminos y
cambiar esta realidad, que produzca ciencia y tecnología en permanente equilibrio
del hombre y la naturaleza.
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